Los riesgos más comunes asociados a la manipulación manual de cargas

También existe la Manutención o manipulación mecánica de cargas, y con esto nos referimos al conjunto de operaciones de manutención (levantamiento, transporte, descarga) o cambio de lugar de cualquier material por métodos mecánicos, es decir, mediante equipos tales como carretillas automotoras, puentes-grúa, accesorios y transportadores.

El traslado manual de cargas como actividad laboral representa una de las formas de trabajo más antiguas y de mayor frecuencia por esto es necesario tener en cuenta que levantar, trasladar, mover y ubicar objetos grandes o pesados en forma incorrecta puede afectar varias zonas del cuerpo como la columna vertebral, la musculatura y las articulaciones, llegando incluso a inhabilitar temporalmente a una persona para continuar sus tareas. En muchos casos, puede llevar aparejada la aparición de fatiga física, o bien ser una causa de lesiones inmediatas o derivadas de las sobrecargas físicas que una manipulación incorrecta puede suponer para nuestro organismo. La manipulación manual de cargas es responsable, en muchos casos, de la aparición de: Fatiga física, lesiones que se pueden producir de una forma inmediata, acumulación de pequeños traumatismos, aparentemente sin importancia, hasta producir lesiones crónicas.

Las lesiones más frecuentes son: contusiones, contracturas, hernias, cortes y heridas, fracturas y lesiones músculo-esqueléticas. Estas pueden producirse a causa de accidentes ocasionales como la caída de la carga o de la persona que la traslada o por repetición recurrente de movimientos posturales incorrectos a la hora de realizar la fuerza. Se pueden producir en cualquier zona del cuerpo, pero son más sensibles los miembros superiores, y la espalda, en especial en la zona dorso-lumbar. El rango de las lesiones dorso-lumbares puede variar desde un lumbago a alteraciones de los discos intervertebrales (hernias discales) o incluso fracturas vertebrales por sobreesfuerzo.

También se pueden producir: lesiones en los miembros superiores (hombros, brazos y manos); quemaduras producidas por encontrase las cargas a altas temperaturas; heridas o arañazos producidos por esquinas demasiado afiladas, superficies demasiado rugosas, clavos, etc.; contusiones por caídas de la carga debido a superficies resbaladizas (por aceites, grasas u otras sustancias); problemas circulatorios o hernias inguinales, y otros daños producidos por derramamiento de sustancias peligrosas. Estas lesiones, aunque no son lesiones mortales, pueden tener larga y difícil curación, y en muchos casos requieren un largo período de rehabilitación. Todas estas cuestiones se deben tener en cuenta para cuidar al personal y sobre todo a largo plazo. Esto permite tener saludable y completo al equipo de trabajo y evita la contratación sorpresiva de personal temporal.

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